Detrás de escena: Los Juegos del Amor
Qué en falta que estoy. ¡Qué en falta que estoy! Mucho tiempo sin escribir… y es que tengo una explicación, pero aún así no dejo de estar en falta. Verán, mientras estaba haciendo el dibujo del artículo para “Muchas Gracias”, se me rompió la tableta digitalizadora y básicamente me quedé rengo para continuar con esta tanda de notas. Por suerte, me prestaron una tableta así que acá vuelvo a las andanzas, ¡con muchas ganas de terminar la tanda!
“Los Juegos del Amor” es un cuento en el que mucha gente de mi generación encontrará elementos familiares de su día a día. Las interacciones en los videojuegos multijugador online es central en el relato, algo que hoy por hoy es cada vez más usual. Sin ir más lejos, yo mismo he hecho buenas amistades con muchos de mis compañeros de juego. Como ya habrán notado en otro de mis artículos, soy un gran fanático de Warcraft, y mis experiencias en este videojuego me inspiraron para escribir Los Juegos del Amor. No, no se alarmen, ¡no me pasó lo mismo que a los protagonistas del cuento!
Pero sí es cierto que las interacciones online están cargadas del mismo nivel de dramatismo y chusmerío -a veces, incluso más- que las interacciones cara a cara. Los Juegos del Amor busca llevar estas situaciones al extremo, describiendo una relación enfermiza que claramente no podía acabar bien. Claro, no voy a contarles cómo termina si no lo leyeron.
A la hora de escribir este cuento, lo que más me gustó fue redactar el comienzo, ya que la descripción de la épica batalla virtual en la que intervienen los avatares de Facundo y Marisa tiene mucho del género en que más me gusta escribir. Además, es un poco desconcertante comenzar a leer el relato, ya que parece fuera de lugar luego de haber leído Él es Escritor, Píntame y Deudas. Pero luego de la batalla, el cuento hace una bajada inesperada a la realidad utilizando el recurso de los videojuegos virtuales. Lo admito, ¡me encanta!
Tengo que admitir que en un comienzo no estaba del todo convencido de cómo encarar este relato, pero una vez que pude estructurarlo, lo escribí rapidísimo. Claramente cuando uno escribe acerca de situaciones que le son familiares o cercanas, las ideas surgen de manera más sencilla. O al menos, ¡así fue con Los Juegos del Amor!
Los dejo por esta vez, y ya nos queda pendiente el último cuento de Sábanas Rojas. Ya estoy trabajando en la ilustración, ¡así que llegará sin demoras! ¡Nos vemos la próxima!
Duilio Giordano Faillaci