Detrás de escena: El Vial de Lágrimas
Bueno, primero que nada quiero decirles que esperaba con ansias escribir el detrás de escena de este cuento. No sé si todos estarán familiarizados con los juegos de rol, por lo que contaré brevemente de qué se tratan. ¿Qué tiene que ver esto con el Vial de Lágrimas?, se preguntarán. Tengan paciencia, les prometo que está relacionado al cien por cien.
Los juegos de rol como Dungeon and Dragons, Pathfinder, Séptimo Mar o RuneQuest, son juegos de mesa en los que cada jugador interpreta un personaje, y a su vez hay uno de los participantes que se encarga de dirigir la historia y narrar lo que va ocurriendo. Cada partida puede un día, o extenderse por meses y hasta años si los jugadores son constantes y el director es creativo y paciente. El rol requiere de mucha imaginación y predisposición, y por supuesto carecer de vergüenza (o perderla poco a poco).
Les cuento esto porque El Vial de Lágrimas tuvo su origen en una partida de Pathfinder que yo preparé para dirigir a unos amigos (de las pocas veces que me digné a dirigir, para ser honesto…). No voy a ahondar en detalles de la trama en general, ya que un episodio en particular inspiró el cuento que llegó a formar parte de Sábanas Rojas. La historia del honorable guerrero santo Jerome, utilizada para el trasfondo y ambientación de la partida me fascinó y no dudé en dejarla anotada en borrador. No sabía para qué iba a usarla, pero no quería olvidarla.
El problema que se me presentó cuando me decidí a usar la historia para un relato de Sábanas Rojas fue cómo contarla. Porque estaba seguro que quería que formara parte de los diez cuentos, ya que la tragedia de Jerome me resultaba lo suficientemente impactante como para que valiera la pena incluirla. Honestamente no recuerdo cómo di con el personaje del Profesor Bennet, pero cuando lo hice, el resto de las piezas encajaron solas. Es más, tengo que admitir que Bennet, Peter y Pearl me han dejado pensando mucho y me han dado ganas de escribir aún más historias con ellos como protagonistas.
Y hay un detalle de El Vial de Lágrimas que me gusta mucho y no sé si lo han notado: no está detallada su ubicación espacio-temporal. Podría ser en nuestro mundo o en uno ficticio, podría ser una historia que ocurrió hace mil años o quinientos, podría ser una universidad actual o una de hace cien años… Y es esto lo que me atrae para crear todo un universo de cuentos en torno a estos personajes. No digo que vaya a hacerlo en el corto plazo, pero sí es un proyecto que me gustaría tener en cuenta a futuro.
Con esto ya cierro este artículo y los saludo para la próxima. Ya va faltando menos para cerrar esta tanda. ¡Qué escribiré después!
Duilio Giordano Faillaci
